Os Presento, Un Artista

Te Libro de Todo Mal


El primer día de clase de pintura, volví a casa enfadada.

Me imaginaba un aula enorme, todos con caballete y lienzo, y un profesor dando vueltas, mirando, dando consejos, enseñando técnicas, haciendo nuevas propuestas. La realidad del primer día se me hizo muy distinta. Un profesor alabando lo abstracto muy por encima de lo figurativo, eliminando cualquier rastro de objetos o caras reconocibles de un cuadro para dejarlo todo en un mejunje de colores, rayitas, circulitos. Un profesor que convertía lindas propuestas de alumnos en una de esas pinturas que generalmente ignoro en un museo.

Era extraño, ya había investigado la pintura del profesor y me fascinaron sus cuadros. Lejos de encontrarme una ristra de abstractos porque sí y sin sentido, dí con una paleta de colores maravillosa y un imaginario extraño e inquietante; de esas cosas que me gustan a mí, juguetes, perros, vacas soñando mariposas, reuniones bizarras, batallas de ajedrez y platos llenos de objetos absurdos. Sin embargo en clase la cosa era diferente.

Lo bueno es que en esa clase conocí a un gran artista. Entre pinturas negruzcas y siniestras, Rodrigo me dejó ver su cuaderno, quizás no tan negruzco pero sí igual de siniestro. Su dibujo era la perfeccion, el trazo exacto, la sombra perfecta, lo hiperrealista de lo surrealista. Entre bromas comentábamos esa obsesión por lo abstracto que no entendíamos ninguno de los dos.

Pero un día Gabriel, entre vino y patatas fritas, explicó el por qué de tanto abstracto.

"Si te enseño a poner guías, medir, pintar con exactitud, crecerás limitado. Si hacés exactamente lo que sabés hacer, seguirás limitado. Sin embargo si vos te volvés loco y jugás con cosas con las que jamás jugaste, usás el color, te olvidás de esa perfección, si vos te dejás llevar, quizás encuentres algo más aparte de lo que ya sabés, algo que también forme parte de tí pero que aún esté por conocer."

Y Rodrigo quedó parcialmente satisfecho con la explicación. Mientras tanto, yo hice uso de mis lápices de colores para retratarle.

Pero, hoy por hoy, aún no lo hizo.

Gen.